Monday, July 14, 2014

La Mandala

Una noche mientras leia en mi dormitorio, mi hijo entro con sus ojos llorosos y con su voz quebrada me pregunto si podia conversar conmigo.
La pregunta era retorica ya que charlábamos frecuentemente y muy francamente.

El procedio a contarme que habia terminado su relacion con la que era su novia; la noticia no me caso sorpresa ya que ya habiamos hablado al respecto,  si me causó tristeza porque tanto su madre como yo queriamos a esta chica.

El comenzo a contarme porque habia terminado la relacion, me conto que la queria mucho pero que no la amaba, sobretodo como ella a el. Y que lo mejor y mas honorable era no hacerla perder su tiempo especialmente si ella tenia planes mas serios para los dos.

Asentí con la cabeza y le dije que respetaba su decisión porqué era la correcta.
Mientras me decia lo bella de la relación que habian tenido lloraba y entre sollozos y sollozos le pregunte si sabia lo que era una Mandala.

El me dijo que no asi que procedi a decirle que una Mandala era una bella obra de arte que   los monjes Tibetanos hacen de arena de muchos colores, su creacion dura semanas y lo que crean con estas arenas multicolores es precioso y mientras la hacen cantan y meditan llenando asi de felicidad a sus creadores.

La Mandala es considerada separada y protegida del mundo impuro exterior del Samsara. Pero cuando los monjes Tibetanos  terminan de hacer la Mandala la recojen y la vierten sobre un río asi dejandola ir a bendecir y hacer feliz a otros.

Bien le dije, lo de uds. Fue una Mandala, fue bello, perfecto, los hizo felices y pensaba que él mundo exterior no los pertubaria. Pero es hora de dejarla ir, que vaya a hacer feliz a otros.

Por supuesto que abracé a mi hijo hasta que se calmo, mientrad pensaba: que linda Mandala habian construido.

1 comment:

  1. Arturo saludos,
    Interesante historia la que acabas de escribir, un poco triste para tu hijo pero una gran lección de la vida no solo para el sino para todos nosotros, es así es como vamos madurando en este viaje de la vida en el que vamos de paso y no es nuestro destino final.
    por favor sigue escribiendo, nos entretiene mucho tus artículos, parece que el lobo se quedo mucho tiempo durmiendo en su madriguera.
    regards,
    Alonso

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